¡Una huerta sin girasoles, no es una huerta!
De los mejores aliados biológicos que puede tener una huerta agroecológica son los girasoles.
Altos y majestuosos o pequeños y diferentes son unos compañeros imprescindibles cada temporada.
Los girasoles en la huerta son fundametales ya que entre sus múltiples beneficios se encuentran.
Atrapa pulgones. Pon un girasol al lado de una planta de tomate y comprobarás que en caso de que tengas pulgón, este se irá directo junto con las hormigas, sus amigas inseparables al girasol mientras que los tomates estará intactos.
Mejora la estructura del suelo, ya que rompe el suelo compactado. Es ideal para preparar tierras para cultivos futuros. Atrae muchísimos polinizadores a la vez que evita la erosión del suelo, gracias a sus raíces grandes, fuertes y compactas. Abono verde…
Además,nos encanta porque es una planta de secano que no requiere grandes cantidades de agua para cumplir su misión.
Y por supuesto… Volver a comer una torta de pipas recién cosechadas o tener un precioso ramo de flores en casa.